2020 fue el año con la catástrofe más grande en la historia de la humanidad, una guerra sin razón, sin justificación y sin verdad porque en realidad nadie que sabe cien por ciento qué fue lo qué pasó. El virus pasó de virus a bacteria, de bacteria a síndrome, de síndrome a síntoma y de síntoma volvió a ser virus. La vacuna para algunos fue buena, a otros los mató. Lo que yo creo, es que de haber sido realmente una pandemia ni yo que escribo ni tu que lees
estaríamos aquí, ya no habría humanos en el planeta.
Y para entrar en tema, hablemos primero de cómo desde el principio hasta precisamente hace casi dos años el mundo en realidad no había cambiado mucho. El hombre que por naturaleza es nómada ha vivido moviéndose de un lado a otro, inconforme quizá con el lugar donde nació, la familia, etc. buscando más y diferentes oportunidades, no mejores ni peores porque eso es relativo, cada uno vemos con ojos diferentes cada lugar, cada espacio y cada situación; el hecho es que siempre nos movemos, siempre creamos, siempre ideamos, siempre inventamos, y lo hacemos porque siendo sinceros, “ ninguno de nosotros sabemos para que estamos aquí.”
Tenemos talentos para ciertas disciplinas y actividades, inteligencia, mente, cuerpo, somos
espíritus, seres eternos, pero como humanos realmente alguien sabe con puntos y comas para
que esta aquí?
Bueno, pues ya estamos y algo habremos de hacer, y para la mayoría, lo mejor es vender lo
que nos es más fácil, lo que aprendimos desde niños, lo que nos dijeron, pero casi nunca lo
que en el fondo sabemos que debemos ser. Y con este gran cambio mundial que hacer para
adaptarnos?
Pues, transformación ! volvernos híbridos ! Si !, vivir entre las grandes urbes, las grandes y
cosmopolitas ciudades y el campo, los bosques, la selva, el río, la mar; de unas décadas para
acá el campo y los pequeños poblados han quedado casi abandonados principalmente por
los más jóvenes, quienes tienen hambre de crecer, de cambiar, de conocer, de evolucionar, y
los más viejos no han podido solos, de hecho, una gran mayoría recientemente perecieron.
Pues bien, ahora el campo se ha convertido en el segundo destino para los habitantes de la
ciudad, con la aparición del trabajo y las reuniones online, ya nada será igual, en parte para
bien porque afortunadamente la ciudad se desahoga y el pueblo se revitaliza, pero hay un
punto aún más importante que por lo menos yo no he escuchado que se mencione :
ahora el mundo es de los jóvenes ! Si ! , y me pregunto : están realmente preparados para
enfrentarse a todo lo que viene ?, porque después de esto estoy seguro que habrá grandes
cambios, simplemente el dinero ahora ya es virtual, en poco tiempo ya no veremos billetes ni
monedas, la socialización es virtual, los viajes son virtuales, las clases son virtuales, al igual
que las ventas, ya no es necesario tocar los productos o sentir la textura de los materiales,
todo es en cierta forma parte de la imaginación y mientras más creemos en este nuevo mundo,
más todo se hace realidad.
A lo qué voy con esto no es a criticar o hacer un juicio de lo que vivimos hoy, simplemente
abro una invitación a la reflexión, es un hecho que ya nada va a cambiar, bueno, a menos que
un día los satélites sean devorados por hoyo negro o algo parecido…pero por lo pronto vamos
bien, en mi caso, me encanta la tecnología, los gadgets, el mundo virtual, pero no hay que
olvidar que antes que todo somos seres vivos, seres humanos, materializados, y dependemos
de fuentes de energía como agua, y alimentos naturales como cereales, frutas, vegetales,
semillas y todo lo que nos da vida; no confundamos la simplicidad de lo virtual con la
complejidad de lo material, seamos un nuevo modelo de humano, este nuevo ser que se
adapta tanto a los lugares más sofisticados como a los más básicos, que por igual comparte
con los ricos como con los pobres, sin queja de ninguna naturaleza, finalmente aquí estamos
de paso, ya habrá tiempo después para que como espíritus vivamos plena y eternamente.
Entonces pues, jóvenes, seamos responsables, en este nuevo mundo, en este nuevo modelo
de vida para toda la humanidad, amemos tanto como podamos, vivamos el momento y
compartamos con el resto nuestro aprendizaje, nuestras experiencias con lugares, personas,
paisajes, emociones; y mientras nos vamos transformando, hagamos del mundo el mejor,
confiemos en que muy pronto todo quedará en el pasado y crear la historia del nuevos ser
humano, más libre, más abierto, tolerante, pacífico, amoroso, un cuento en el que cada uno
seamos el motor de esta y las siguientes generaciones.